EL SÍMBOLO DE LA JUSTICIA: VENDADA, ARMADA
Y EQUILIBRADA.
Lic. León
Rodrigo Pérez Gómez [email protected]
Recientemente leí un artículo del Dr. Lázaro
Tenorio Godínez, en el que hacía referencia a la suplencia en el
Derecho Procesal Familiar y hacía mención a la Ética Nocomaquea de
Aristóteles que la cultura popular ha resumido en “trato igual a los
iguales y desigual a los desiguales” referida por el estagirita en
la justicia conmutativa y la distributiva.
La lectura de este
artículo trajo a mi mente la imagen con la que de manera tradicional
se representa a la justicia: la dama vendada con una espada en una
mano y la balanza en la otra, interpretándose la balanza como la
equidad, la espada como la fuerza para aplicarla y la venda como la
imparcialidad en la emisión de sus sentencias.
Es por esto que en
estas líneas trataré de presentar sucintamente cómo es que se llegó
a representar a la justicia de esta forma.
El símbolo que
representa a la justicia tiene sus orígenes en la imagen de la Diosa
griega Temis o Themis. La tradición griega refiere que la Diosa
Temis, Titania o Titánide, hija de Urano, el Cielo y de Gea, la
Tierra, se unió a Júpiter y fue madre de las Parcas, las Horas, de
Astrea y las ninfas del río Erídano. Una tradición menciona también
como hijas suyas a las Hespérides. Temis personifica la Ley divina o
eterna en el Orden establecido, tanto en el Universo como entre los
hombres. Habitaba en el Olimpo y participaba en la vida de los
dioses.
No obstante, originalmente la tarea de juzgar a los
hombres se le encomendó a su hija Astrea, quien representó a la
justicia humana y vivió en la Tierra haciendo justicia.
A Astrea
se le representó como una virgen con una balanza en una mano y un
manojo de espigas en la otra, sin venda en los ojos ni
espada.
Decepcionada de la maldad de los hombres, Astrea regresa
al cielo y la acción de ordenar la justicia terrena quedó en manos
de su madre, Temis.
Temis fue asesora de Zeus, es la diosa del
buen consejo, la que dicta estrictamente las sentencias por orden de
su esposo, quien es el sumo legislador. Imponía las sanciones sin
violencia ni cólera. En el culto a Temis se erigieron estatuas de
una bella mujer con gesto adusto y hermosa túnica que la levanta y
sujeta con el antebrazo izquierdo mientras que en la mano derecha
con el brazo en alto sostiene una balanza. No presenta venda en sus
ojos ni espada alguna.
Los romanos comenzaron a llamar a Temis
como Fas, todo lo justo. A lo opuesto a lo ilícito, lo injusto o
contrario a la ley divina le denominaron “nefas”.
El desarrollo
en Roma de la aplicación de las creencias semidivinas que dieron
existencia al ius naturalis, que era el orden o derecho divino,
seguidas del Ius o Jus, derecho creado por los hombres, tomó el
nombre de Iustitia o Justicia, surgiendo su concepción como diosa de
la justicia romana. Ella aplica la ley a los hombres y sanciona
firmemente a quienes la incumplían. En ese momento, 125- 165 d. C.,
se le representó como una mujer joven con un casco y un escudo, con
rostro grave e impasible, tiene una balanza en la mano izquierda
mientras que entre el brazo y la mano sostiene un cuerno y está acompañada
de un león, significando la rectitud, el equilibrio y la justeza,
complementadas con la prosperidad, mientras que el felino
representaba la fuerza y el temor de enfrentarse a ella.
La idea
de la Diosa de la Justicia fue cambiando paulatinamente por la
influencia del cristianismo, fundamentalmente con la intención de
eliminar a los dioses paganos, a tal grado que Temis o Iustitia
pasaron de ser diosas a grandes señoras.
Estos cambios fueron
particularmente distintos dependiendo del lugar en los que se
representaran, de tal suerte que existieron tantas representaciones
de la justicia como autores las elaboraban, aun cuando conservando
elementos similares particularmente, la espada, que no existía antes
y que sustituyó al cuerno de la abundancia; sin embargo, aún no se
le ponía venda a los ojos.
Las diferencias en la representación
de la justicia permiten ver en algunos casos, que la balanza es
cambiada por un libro o papiro que representaba a la ley escrita;
había quienes le colocan la espada en la mano derecha, otros en la
izquierda, dejando.
No se sabe bien a bien cuándo y en qué
circunstancias aparece la justicia representada con los ojos
vendados, pero se considera que fueron los artistas modernos,
influenciados por las ideas de igualdad emanadas de la Revolución
Francesa, quienes intentaron representar con este hecho que la
justicia debe impartirse bajo razones objetivas, ajustadas a la
interpretación literal de la norma, sin considerar las condiciones
particulares de los litigantes.
No podemos soslayar que existe
una corriente integrada tanto por legos como por doctos, que
critican esta representación de la justicia; no obstante, en este
momento, estas líneas sólo pretenden que recordemos el origen de la
imagen que representa a la justicia.
Lo que sí conviene señalar
es lo impreciso del refrán popular de “La Justicia es ciega”, no,
simplemente tiene los ojos vendados.
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